Nos convertirá en personas mucho más tolerantes y respetuosas
Una vez que volvamos a nuestro hogar tras realizar un viaje, seguro que nos habremos convertido en personas mucho más tolerantes y respetuosas. ¿La razón? Pues al haber conocido a gente completamente distinta a nosotros, esto nos dará una visión más cosmopolita del mundo en el que vivimos. Recuerden que a tan solo unos miles de kilómetros de distancia pueden existir “mundos” completamente distintos al suyo. Estos no son mejores ni peores, sino que simplemente son diferentes. Y en esto se basa en la riqueza del ser humano; en respetar y ser respetado.
Mayor confianza: Relacionarte con gente de otros lugares del mundo incrementa tu fe en la humanidad. “Mientras más países conoce la gente, su sentido generalizado de la confianza aumenta”, Ver que en el mundo pueden estar sucediendo buenas cosas, hace más fácil confiar en que los demás están haciendo las cosas de una forma correcta.
Aumenta tu creatividad: “La gente que debe integrarse a una nueva cultura es más creativa a largo plazo”, asegura el investigador. Y es así, ya que este proceso abre tu mente, te obliga a pensar de una forma distinta y a manejarte entre ideas y perspectivas distintas a las habituales para ti. Esto se puede nombrar con el término “flexibilidad cognitiva”, y a mayor flexibilidad, más creatividad.
Según un estudio realizado en el Reino Unido, las personas se sienten particularmente felices cuando se aproximan las vacaciones, debido a que esto puede significar viaje. La emoción de elegir el destino, comprar los tickets de avión, preparar la maleta y la espera del viaje en general suelen provocar mucha alegría. Esto se debe, según el argumento del estudio, a que el nivel del efecto placentero en las personas cambia positivamente y, por consiguiente, aumenta su bienestar. Además, otro estudio sugiere que la anticipación del viaje puede ser incluso más placentera que la espera por adquirir un bien material.
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